domingo, 25 de junio de 2017

Historia educativa en España hasta la muerte de Franco.




Se recomienda buscar información para contrastarla con la que se presenta en esta entrada, ya que la finalidad de la presente es únicamente orientativa.



Con la intención de comprender el objetivo actual de la educación, es necesario remontarnos en el tiempo desde la primera ley educativa, la Ley Moyano,  que aparece en 1857 hasta la muerte del General Franco.

Durante el periodo anterior a esta ley, es decir, antes de la primera revolución industrial, los centros escolares solo reproducían a las elites, hecho que actualmente realiza la enseñanza superior y las escuelas privadas más prestigiosas con la idea de que su alumnado se identifique con la clase social a la que pertenece y realicen en un futuro las funciones dirigentes, sentando, por tanto, su poder. 

A finales del siglo XVIII y principios de XIX, hubo un aumento de la población española de 6 a 11 millones de personas. Además, la revolución industrial había conllevado la supresión del Antiguo Régimen y la entrada de  las ideas de igualdad y conocimiento que venían de la ilustración. En consecuencia, se desarrolla una escuela básica (escuela primaria) para romper con la educación maestro-aprendiz de la Edad Media que ya no era útil para la nueva economía. Durante este periodo de guerras, entre los que añoraban el antiguo modelo (carlistas) y los que optan por las reformas (liberales), en las escuelas se ofrecía una educación basada en conocimientos, disciplina y saberes para la vida cotidiana y social.
Los conflictos terminaron con el triunfo de los liberales que, junto con la burguesía controlaban el sistema político mediante el sufragio censitario y establecieron un orden jurídico y económico que permitió el desarrollo del capitalismo. Además, se firmó el concordato con la Santa Sede.  Todo ello produjo un éxodo rural al mismo ritmo que la familia se desintegraba. Sin embargo, ésta situación de industrialización no bastó para ofrecer una enseñanza obligatoria y pública ya que el conjunto de la población podía seguir trabajando a destajo sin necesidad de una formación más técnica.  

Por tanto, es la Ley Moyano 1857, en un momento de tensión entre la creciente industrialización y la Comuna de Paris, la materialización del nuevo encargo que adquiere la educación. Este cometido era el de generar un cohesión política y social, es decir, una moral de Estado que permitiese fomentar el patriotismo y evitase la agitación social en contra de la burguesía, como había hecho la Escuela republicana para frenar la educación proletaria en Francia. Por tanto, se trataba de una educación centralista y  gratuita que estableció tres niveles: primaria, secundaria y universidad, todos ellos coordinados por el Estado y vigilados e inspeccionados por la iglesia católica al haber firmado el concordato de 1851, hecho que continuado hasta hace unos años y del que aún quedan vestigios.  
Dentro del periodo, estalla «la Gloriosa», a partir de la cual se alza el sexenio revolucionario y más tarde la Primera República. Durante estos años se impulsó la libertad de enseñanza, defendiendo por ley la equidad entre la educación pública y privada, así como un llamamiento a la diversidad de aprendizaje. El 25 de octubre de 1868 se decretó que la educación secundaria era una ampliación de la primaria y que, por tanto, debía formar ciudadanos  instruidos en lengua, ciencias, derecho y teología.

Desde 1874 hasta 1923 las reformas educativas eran inestables, ya que la duración de los gobiernos era breve hasta la llegada del golpe de Estado de Primo de Rivera, que sólo reformo la enseñanza secundaria y las universidades. 

Haciendo un breve paréntesis, cabe señalar que partir del siglo XX aumentan las industrias mecánicas y químicas, la administración pública y los empleos comerciales que requieren una mayor mano de obra cualificada, por tanto, el sistema educativo comienza a basarse en las calificaciones, de igual forma “en todos los lugares se pone en marcha un sistema escolar secundario muy uniforme, dirigido por un poder público central fuerte y directivo. Estas estructuras responden a la voluntad de dirigir férreamente la masificación de la Enseñanza Secundaria”. ( pag 79 hirtt.) Sin embargo, dicha Enseñanza Secundaria, tenía la misión de seleccionar la población que podría continuar sus estudios superiores.

Una vez proclamada la Segunda República entre 1931 y 1936, el pensamiento educativo se empieza  basar en la Institución Libre de Enseñanza (ILE) y en las ideas del PSOE, cuyas convicciones se habían forjado en las Escuelas Nuevas, la Escuela Activa, la Escuela Unificada y la Escuela Laica, entre otras instituciones vanguardistas.
La Constitución republicana crea una escuela laica para respetar la conciencia del alumnado,  institucionaliza, socialista, gratuita y obligatoria con libertad de cátedra y unificada, esta última obtenida del pensamiento educativo de Comenio y Prestalozzi, entre otros. Además, se permite el bilingüismo y se fomenta que las familias lleven a sus hijos e hijas a las escuelas mixtas, permitiendo, asimismo, el paso de un nivel educativo a otro motivado por la vocación y la capacidad personal. En consecuencia, se facilitó el acceso a todos los grados de enseñanza. Asimismo, para coordinar los centros educativos y asesorar a la Dirección General de Primera Enseñanza se creó la Inspección Central de Primera Enseñanza.
Finalmente, se enlazó la acción docente entre la comunidad y la escuela, está, además, se abría al entorno e interaccionaba con los otros niveles educativos. No obstante, continuaba habiendo escuelas católicas (concepción actual) debido a la religiosidad alcanzada con la dictadura de Primo de Rivera. 

Cabe mencionar que durante la República se crearon escuelas y las Misiones Pedagógicas llevaron a las zonas rurales la cultura y las ganas de aprender. Relacionado con la creación de escuelas está la formación de más docentes a través de la reforma de las Escuelas Normales.
En las segundas elecciones durante la republica ganó el partido de derechas con lo que se hicieron varios planteamientos de reforma a la educación anterior, sobre todo respecto a las escuelas mixtas. En contraposición, las últimas elecciones fueron ganadas por la izquierda cuya intención era mejorar el sistema educativo, pero éstas no llegaron a ser reales debido al levantamiento militar dirigido por Francisco Franco que acabo en una guerra civil.
Después de la II Guerra Mundial la función económica de la escuela aumentó: la gran cantidad de innovaciones exigía un alto nivel de instrucción tanto en trabajadores como en consumidores. Para ello todos los niveles educativos se masificaron. Sin embargo, se continuó reproduciendo la estratificación social.

Durante esta época las condiciones de los obreros eran pésimas, hubo mucho éxodo rural por la falta de salarios dignos que pretendían encontrarlos en las zonas industriales. una gran influencia política por parte del Opus Dei y un concordato con el Vaticano.
Teniendo en cuenta el contexto mundial y nacional de la dictadura, el régimen político se centró en una educación que transmitiera la ideología patriótica y católica. En consecuencia, el sistema escolar se fue definiendo como una enseñanza obligatoria, gratuita, patriótica y confesional católica, con derecho a la iglesia para inspeccionar centros docentes. El curriculum era centralista, unitario, con un contenido definido en cada materia. Además, el Estado se desentiende de la tarea educativa y la deja en manos de la Iglesia. De esta manera se va quedando atrás aquella educación antisexista, antirracista y anticlasista.
En este período se promulgan cuatro leyes importantes en materia de enseñanza.
La Ley de Reforma de la Enseñanza Media, de 20 de septiembre de 1938 y la Ley que regula la Ordenación de la Universidad  pretendían favorecer el nivel de las elites educativas de España con una prueba para pasar a la universidad. 

La tercera ley, que afecta a la Enseñanza Primaria, deberá esperar hasta el 17 de julio de 1945, con una ideología franquista basada en el derecho a la familia a elegir el centro educativo, y la cuarta, la Ley de Formación Profesional Industrial, hasta el 16 de julio de 1949.
La Ley sobre Ordenación de la Enseñanza Media de 1953  fomenta una educación hasta los 14 años, presenta un menor dogmatismo y mayor calidad intelectual. Todo ello favoreciendo la segregación entre la elite y los trabajadores de las clases desfavorecidas. 
La  ley  sobre Construcciones Escolares de 1953 creó un convenio entre Estado, ayuntamientos y diputados para construir escuelas  de educación infantil.

La ley General de educación de 1970 se creó para superar las contradicciones internas del sistema debido a las reformas sectoriales que no podían atender al cambio social y económico que crecía exponencialmente, por tanto, buscó una mayor unidad, interrelación y flexibilidad con nuevas orientaciones pedagógicas y una estructura en tres niveles: EGB, BUO y COU, con una formación profesional, educación especial y superior. Además, estaba diseñada por los tecnócratas del Opus Dei con la intención de dar respuesta al desarrollo capitalista que el franquismo no pudo dar. Asimismo, el Partido Popular obtiene de dicha ley la base para la LOMCE en lo que se refiere a la unidad, flexibilidad, formación profesional, educación especial, educación superior, segregación del alumnado y confesionalidad.

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