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para contrastarla con la que se presenta en esta entrada, ya que la finalidad
de la presente es únicamente orientativa.
Con
la intención de comprender el objetivo actual de la educación, es necesario
remontarnos en el tiempo desde la primera ley educativa, la Ley Moyano, que aparece en 1857 hasta la muerte del General Franco.
Durante
el periodo anterior a esta ley, es decir, antes de la primera revolución
industrial, los centros escolares solo reproducían a las elites, hecho que
actualmente realiza la enseñanza superior y las escuelas privadas más
prestigiosas con la idea de que su alumnado se identifique con la clase social
a la que pertenece y realicen en un futuro las funciones dirigentes, sentando,
por tanto, su poder.
A
finales del siglo XVIII y principios de XIX, hubo un aumento de la población
española de 6 a 11 millones de personas. Además, la revolución industrial había
conllevado la supresión del Antiguo Régimen y la entrada de las ideas de igualdad y conocimiento que
venían de la ilustración. En consecuencia, se desarrolla una escuela básica
(escuela primaria) para romper con la educación maestro-aprendiz de la Edad
Media que ya no era útil para la nueva economía. Durante este periodo de
guerras, entre los que añoraban el antiguo modelo (carlistas) y los que optan
por las reformas (liberales), en las escuelas se ofrecía una educación basada
en conocimientos, disciplina y saberes para la vida cotidiana y social.
Los
conflictos terminaron con el triunfo de los liberales que, junto con la
burguesía controlaban el sistema político mediante el sufragio censitario y
establecieron un orden jurídico y económico que permitió el desarrollo del
capitalismo. Además, se firmó el concordato con la Santa Sede. Todo ello produjo un éxodo rural al mismo
ritmo que la familia se desintegraba. Sin embargo, ésta situación de
industrialización no bastó para ofrecer una enseñanza obligatoria y pública ya
que el conjunto de la población podía seguir trabajando a destajo sin necesidad
de una formación más técnica.
Por
tanto, es la Ley Moyano 1857, en un momento de tensión entre la creciente
industrialización y la Comuna de Paris, la materialización del nuevo encargo
que adquiere la educación. Este cometido era el de generar un cohesión política
y social, es decir, una moral de Estado que permitiese fomentar el patriotismo
y evitase la agitación social en contra de la burguesía, como había hecho la
Escuela republicana para frenar la educación proletaria en Francia. Por tanto, se trataba de una
educación centralista y gratuita que
estableció tres niveles: primaria, secundaria y universidad, todos ellos
coordinados por el Estado y vigilados e inspeccionados por la iglesia católica
al haber firmado el concordato de 1851, hecho que continuado hasta hace unos
años y del que aún quedan vestigios.
Dentro
del periodo, estalla «la Gloriosa», a partir de la cual se alza el sexenio
revolucionario y más tarde la Primera República. Durante estos años se impulsó
la libertad de enseñanza, defendiendo por ley la equidad entre la educación
pública y privada, así como un llamamiento a la diversidad de aprendizaje. El
25 de octubre de 1868 se decretó que la educación secundaria era una ampliación
de la primaria y que, por tanto, debía formar ciudadanos instruidos en lengua, ciencias, derecho y
teología.
Desde
1874 hasta 1923 las reformas educativas eran inestables, ya que la duración de
los gobiernos era breve hasta la llegada del golpe de Estado de Primo de
Rivera, que sólo reformo la enseñanza secundaria y las universidades.
Haciendo
un breve paréntesis, cabe señalar que partir del siglo XX aumentan las
industrias mecánicas y químicas, la administración pública y los empleos
comerciales que requieren una mayor mano de obra cualificada, por tanto, el
sistema educativo comienza a basarse en las calificaciones, de igual forma “en
todos los lugares se pone en marcha un sistema escolar secundario muy uniforme,
dirigido por un poder público central fuerte y directivo. Estas estructuras
responden a la voluntad de dirigir férreamente la masificación de la Enseñanza
Secundaria”. ( pag 79 hirtt.) Sin embargo, dicha Enseñanza Secundaria, tenía la
misión de seleccionar la población que podría continuar sus estudios
superiores.
Una
vez proclamada la Segunda República entre 1931 y 1936, el pensamiento educativo
se empieza basar en la Institución Libre
de Enseñanza (ILE) y en las ideas del PSOE, cuyas convicciones se habían
forjado en las Escuelas Nuevas, la Escuela Activa, la Escuela Unificada y la
Escuela Laica, entre otras instituciones vanguardistas.
La
Constitución republicana crea una escuela laica para respetar la conciencia del
alumnado, institucionaliza, socialista, gratuita
y obligatoria con libertad de cátedra y unificada, esta última obtenida del
pensamiento educativo de Comenio y Prestalozzi, entre otros. Además, se permite
el bilingüismo y se fomenta que las familias lleven a sus hijos e hijas a las
escuelas mixtas, permitiendo, asimismo, el paso de un nivel educativo a otro
motivado por la vocación y la capacidad personal. En consecuencia, se facilitó
el acceso a todos los grados de enseñanza. Asimismo, para coordinar los centros
educativos y asesorar a la Dirección General de Primera Enseñanza se creó la
Inspección Central de Primera Enseñanza.
Finalmente,
se enlazó la acción docente entre la comunidad y la escuela, está, además, se
abría al entorno e interaccionaba con los otros niveles educativos. No
obstante, continuaba habiendo escuelas católicas (concepción actual) debido a
la religiosidad alcanzada con la dictadura de Primo de Rivera.
Cabe
mencionar que durante la República se crearon escuelas y las Misiones
Pedagógicas llevaron a las zonas rurales la cultura y las ganas de aprender.
Relacionado con la creación de escuelas está la formación de más docentes a
través de la reforma de las Escuelas Normales.
En
las segundas elecciones durante la republica ganó el partido de derechas con lo
que se hicieron varios planteamientos de reforma a la educación anterior, sobre
todo respecto a las escuelas mixtas. En contraposición, las últimas elecciones
fueron ganadas por la izquierda cuya intención era mejorar el sistema
educativo, pero éstas no llegaron a ser reales debido al levantamiento militar
dirigido por Francisco Franco que acabo en una guerra civil.
Después
de la II Guerra Mundial la función económica de la escuela aumentó: la gran
cantidad de innovaciones exigía un alto nivel de instrucción tanto en
trabajadores como en consumidores. Para ello todos los niveles educativos se
masificaron. Sin embargo, se continuó reproduciendo la estratificación social.
Durante
esta época las condiciones de los obreros eran pésimas, hubo mucho éxodo rural
por la falta de salarios dignos que pretendían encontrarlos en las zonas
industriales. una gran influencia política por parte del Opus Dei y un
concordato con el Vaticano.
Teniendo
en cuenta el contexto mundial y nacional de la dictadura, el régimen político
se centró en una educación que transmitiera la ideología patriótica y católica.
En consecuencia, el sistema escolar se fue definiendo como una enseñanza
obligatoria, gratuita, patriótica y confesional católica, con derecho a la
iglesia para inspeccionar centros docentes. El curriculum era centralista,
unitario, con un contenido definido en cada materia. Además, el Estado se
desentiende de la tarea educativa y la deja en manos de la Iglesia. De esta
manera se va quedando atrás aquella educación antisexista, antirracista y
anticlasista.
En
este período se promulgan cuatro leyes importantes en materia de enseñanza.
La Ley de Reforma de la Enseñanza Media, de 20 de
septiembre de 1938 y la Ley que regula la Ordenación de la Universidad pretendían favorecer el nivel de las elites
educativas de España con una prueba para pasar a la universidad.
La
tercera ley, que afecta a la Enseñanza Primaria, deberá esperar hasta el 17 de
julio de 1945, con una ideología franquista basada en el derecho a la familia a
elegir el centro educativo, y la cuarta, la Ley de Formación Profesional
Industrial, hasta el 16 de julio de 1949.
La
Ley sobre Ordenación de la Enseñanza Media de 1953 fomenta una educación hasta los 14 años,
presenta un menor dogmatismo y mayor calidad intelectual. Todo ello
favoreciendo la segregación entre la elite y los trabajadores de las clases
desfavorecidas.
La ley
sobre Construcciones Escolares de 1953 creó un convenio entre Estado,
ayuntamientos y diputados para construir escuelas de educación infantil.
La
ley General de educación de 1970 se creó para superar las contradicciones
internas del sistema debido a las reformas sectoriales que no podían atender al
cambio social y económico que crecía exponencialmente, por tanto, buscó una
mayor unidad, interrelación y flexibilidad con nuevas orientaciones pedagógicas
y una estructura en tres niveles: EGB, BUO y COU, con una formación profesional,
educación especial y superior. Además, estaba diseñada por los tecnócratas del
Opus Dei con la intención de dar respuesta al desarrollo capitalista que el
franquismo no pudo dar. Asimismo, el Partido Popular obtiene de dicha ley la
base para la LOMCE en lo que se refiere a la unidad, flexibilidad, formación
profesional, educación especial, educación superior, segregación del alumnado y
confesionalidad.
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