
Reflexionando entre líneas.
Los libros que vamos a presentar a continuación se han trabajado anteriormente, por eso aconsejo verlos antes de comenzar a leer las reflexiones, ya que, de no ser así no se entenderán las deducciones y afirmaciones que se exponen en esta entrada y la lectura que realizarás parecerá estar descontextualizada y elejada de nuestros intereses, volviéndose, por tanto, aburrida.
-
“El príncipe delos enredos” de Roberto Aliaga-Roger
Olmos
-
“Rosa Blanca”
de Roberto Innocenti.
-
SADAT,M.
(1998): Del otro lado del árbol. México: FCE. ( cuando veáis el video quitad el audio)
Los tres libros aquí presentes tienen una gran
calidad literaria y, aunque breve, el texto contiene toda la información que al
complementarse con las ilustraciones recrea totalmente una historia. Además,
muchas de las veces, los lectores se paran a mirar las imágenes con la intención
de captar toda la información que esconden, lo que implica acudir a nuestro
imaginario colectivo e intertextualidad para poder descifrarlas, cuestión que
debe analizarse, ya que el público infantil no tiene un imaginario tan lleno
como el que tiene una persona adulta y por tanto captar toda la información del
libro le será imposible a menos que se trabaje en clase con anterioridad
evitando desmoronar todo el interés que la historia puede acarrear consigo, es
decir, sin desvelar el final y algunos momentos concretos.
De entre los tres libros aquí presentes nosotros
queremos comentar dos de ellos.
El primero sobre el que vamos a focalizar nuestra reflexión
es el de Sadat M, “Del otro lado del
árbol”
Este libro es muy interesante ya que es capaz de
transmitir emociones y sentimientos utilizando solamente las imágenes,
acudiendo, por tanto, a nuestro imaginario colectivo, tantas veces utilizado de
forma inconsciente, para interpretarlas.
Además, juega con nuestra intertextualidad, a través de personajes vinculados
al mal como lo son los dragones y las brujas que se asocian a enemigos de lo
que sería una niña (protagonista) en un bosque (elemento que atañe a un
sentimiento de inseguridad).
Con estas tres imágenes que ahora mismo se nos han
venido a la mente, lo que reconstruimos
es una historia en la que una niña se enfrenta a un dragón y a una bruja en un
escenario, en este caso un bosque que seguramente se nos presentará sombrío; o
tal vez supongamos que uno de estos antagonistas es amigo de la niña y le
ayuda a derrotar al otro, pero en ningún momento sospechamos del verdadero final
que guarda el libro, ya que, como se ha mencionado anteriormente, el álbum está
jugando con nuestra intertextualidad.
Pero sin duda, lo más importante de esta narración
es el hecho de la forma en que rompe con los estereotipos tanto de los personajes como de
las imágenes (despreciadas en muchos contextos) y como a la vez, da valor a la
curiosidad de la niña (en cuentos tradicionales tan criticada), ya que sin dicha curiosidad no
hubiese podido vivir una experiencia tan bonita como la que vivió.
El segundo libro sobre el que hemos reflexionado ha
sido el del “El príncipe de los enredos” de Roberto Aliaga-Roger Olmos.
En este caso hemos
encontrado tres interpretaciones:
La primera de ellas
muestra el libro como una forma de enseñar la importancia del reparto de roles
y el trabajo en equipo, ya que sin la colaboración de un miembro no se puede
lograr el objetivo, dejando claro que todos son importantes y necesarios.
La segunda
interpretación se basa en el cuervo, que se le observa como un manipulador frio
y persuasivo que tiene un objetivo
individualista, que es aprovecharse de
un equipo para obtener un beneficio concreto, lo cual se puede
extrapolar a cualquier otro ámbito, ya sea académico, laboral etc.
En este caso el
libro ofrece un consejo: no fiarse de las palabras y argumentos negativos de
otras personas y hablar con el equipo, amigos, grupo… antes de realizar una
acción que ponga en peligro a todos ellos y al objetivo final o amistad.
La tercera
interpretación puede tacharse de radical, ya que muestra un rasgo negativo del
libro que puede ser intencionado o no.
Para esta versión se
hace necesario interpretar como metáforas de las clases sociales las diferentes
partes del árbol, hojas, tronco y ramas. A partir de esta simbología el cuervo
adquiere la personificación de aquellos que llevan la palabra de la
revolución (que puede ser negativa o
positiva), del cuestionamiento y/ o del inconformismo, también puede verse como
una idea, ya que viene volando y se va volando, como lo hacen las ideas o las
opiniones.
Antes de seguir con
esta versión, debemos centrarnos en unas frases del libro que dicen más o menos lo siguiente: “ El tronco, llorando, quiso explicarles a
las hojas y a las raíces que cada uno sabía
hacer cosas que nadie más podía hacer, que cada uno tenía su lugar y no podía
cambiarlo aunque quisiera”
La parte que dice “que cada uno tenía su lugar y no podía cambiarlo
aunque quisiera” destruye la primera interpretación comentada basada en la metáfora de que cada parte del árbol es un miembro de un
equipo, ya que dentro de un equipo los miembros del mismo pueden cambiar su rol
si aprenden otro , pues no está en su naturaleza sino en su aprendizaje o decisión
realizar ese rol.
Teniendo en cuenta
lo anterior y apoyándonos
en la idea de que las partes del árbol son clases sociales es lógico pensar que
el libro pretende decirnos que la sociedad está estructurada de una forma
porque tiene que estar así y es su naturaleza (como lo es la de las hojas o la
de las raíces estar donde están) por tanto no se debe cambiar y si se cambia
esto provoca la muerte de toda la sociedad.
Visto de esta forma
el libro parece altamente dañino, pero vamos a seguir con esta alegoría.
Volviendo al cuervo,
este aparece como una idea o ser seductor en oratoria, que instaura la duda y
el inconformismo de pertenecer a esa clase social o ese nivel jerárquico,
promoviendo una revolución que se lleva a cabo por la incapacidad del tronco de
mandar, al que el cuervo había avisado o amenazado anteriormente.
En resumen, esta
tercera versión muestra al libro como defensor de un orden clasista que se ve
como algo natural y que de no ser
seguido lleva a la muerte o desesperación.
Además se pueden
contemplar dos moralejas, la primera nos dice que si alguien nos hace
cuestionar o revelarnos contra lo establecido no es que esa persona o idea
quiera un bien para nosotros sino todo lo contrario, que quiere aprovecharse para su propio
beneficio individualista. Mientras que la segunda moraleja que va de la mano de
la primera y que hace referencia al tronco, nos dice que en este mundo o se
manda o se obedece y que términos medios no existen ya que si se deja en anarquía
se promueve una revolución que nos llevará a la muerte.
En definitiva,
desde esta versión el libro fomenta el conformismo, la aversión al cambio y
promueve la jerarquía basada en el mandato de una persona sobre las demás, las
cuales están ordenadas en clase sociales, económicas etc de las que no pueden ni deben
salir.
Todo esto nos hace
pensar que antes de dar un libro a nuestros alumnos es necesario que los
docentes lo leamos en nuestra casa para hacer una mirada interlineal y observar
las diferentes versiones o interpretaciones que se pueden llevar a cabo, de
esta manera evitaremos promover valores individualistas y segregadoras entre
otros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario